Angélica Cortés: Experiencia personal dirigiendo nuestro movimiento

Acerca el consejo de liderazgo de políticas:

El Consejo de Liderazgo de Políticas del Oregon Food Bank - conformado completamente por líderes comunitarios que han vivido el hambre y sus causas principales, continuará determinando la agenda política del Oregon Food Bank. El consejo actuará de forma colectiva para identificar las oportunidades de cambio, articular una plataforma de cambio de sistemas para guiar las prioridades legislativas del Oregon Food Bank, así como establecer nuestras posturas respecto a legislaciones y a las propuestas de ley.

Al reclutar y empoderar a líderes de las comunidades que se ven impactadas directamente por el hambre, el Oregon Food Bank va a construir, compartir y expandir el poder necesario para progresar en la justicia racial y obtener un cambio sistémico.

Angélica Cortés, she/her/ella: Portland, Oregon

Angélica Cortés es una verdadera líder comunitaria. Angélica, en su papel de organizadora, voluntaria y mentora, ha apoyado a su comunidad a tener acceso a alimentos asequibles y nutritivos además de inspirar a un sinnúmero de personas a organizarse para eliminar las causas de raíz del hambre. Por años Angélica ha liderado el movimiento en la lucha contra el hambre en Oregon. Angélica opina que organizar a la comunidad es como algo que es parte de su esencia. Además, le apasiona promover la educación y el acceso al alimento fresco, nutritivo, local y relevante para la cultura a la vez que organiza a su comunidad para que levanten la voz y cambien las políticas dañinas.

Angélica fue reconocida como la Hunger Hero o Heroína Contra el Hambre por el Oregon Food Bank en 2019 por su trabajo como organizadora de la comunidad de Growing Gardens y su trabajo por equidad en salud en Promotores de Salud. Ahora, al estar en el Consejo de Liderazgo de Políticas, a Angélica le interesa seguir abogando por los inmigrantes indocumentados y trabajadores agrícolas, y trabajar en políticas como No Worker Left Behind, la cual cambió las leyes que excluían a los trabajadores indocumentados de recibir beneficios fiscales en Oregon. "Me gustaría que hubiera más apoyo para los [trabajadores del campo]", dijo. "Porque sabes trabajan aunque esté lloviendo, haga frío o calor. Aun durante los incendios forestales, ellos siempre estuvieron allí. Son los olvidados, y siempre son los primeros que están listos para trabajar".

La conexión de Angélica con el Oregon Food Bank comenzó en 2013 cuando tuvo acceso a un banco de alimentos en Portland. Aunque había muchos en el área, ella vio la necesidad de hacerlos más accesibles para la comunidad Latine. Desde entonces, comenzó a dar clases de jardinería a través de Growing Gardens para que las familias hispanohablantes pudieran cultivar sus propios alimentos. También es cofundadora de Mano Amiga 2020, un grupo de líderes Latine que distribuye alimentos dos veces al mes en el sureste de Portland. Angélica comenzó a cultivar sus alimentos por necesidad, ya que ella y su esposo no tenían vegetales frescos y querían suplementar sus comidas con lo que ella pudiera proveer. Además del acceso a productos frescos, el ejercicio y el aire fresco, algo que le encantaba a Angélica del jardín era que su comunidad paciente y compasiva cultivara algo mucho más significativo.

"Cuando estaba enferma, la comunidad estuvo conmigo. Siempre había alimento en mi casa y alguien que la limpiara. Me parece que no hay forma de corresponder algo así. A veces es algo que cultivas y después cosechas. Entonces, pensé que, si esto estaba cosechando con lo poco que hice, si hacía más, cosecharía más. Cuando otros necesitan un recurso, me llaman y puedo ayudarles. Ayudar a la comunidad y estar con ella me nutre."

Aunque Angélica sigue dando clases de jardinería, apoyando a las distribuciones de alimentos y da talleres de salud y bienestar, su papel en el Consejo de Liderazgo de Políticas ha abierto oportunidades para organizarse y enfrentarse a la lucha contra el hambre. Angélica comenzó a trabajar en defensoría al registrar a las personas para votar y para contarse en el Censo de 2020. Vio que las personas de su comunidad tenían miedo de registrarse para el Censo por las tácticas de miedo y de información falsa que se crearon para evitar que los inmigrantes indocumentados hagan escuchar sus voces. Conoció a personas mayores de 18 años que, debido a la situación migratoria de sus padres, no sabían que eran elegibles para votar. Esto la inspiró a seguir organizando y trabajando en defensoría para hacer que la voz de su comunidad se escuche.

Aunque Angélica se ha vuelto una fuerza inspiradora en el movimiento contra el hambre, no siempre se vio a sí misma como líder.

"[Pensaba que] solo era un ama de casa. ¿Qué les voy a enseñar? Algunos tienen maestrías, otros han sido voluntarios por años, otros son agricultores, o dueños en mercados... [Pero] cuando entré al consejo y conocí a todos, ¡Guau! Era un ambiente maravilloso. Me alegra mucho ser parte del consejo porque hay mucho respeto mutuo. Hay un liderazgo con el que en verdad me he sentido muy cómoda al trabajar en esto."

Cuando se le preguntó qué les diría a otros como ella que se preocupan por no estar calificados para ser organizadores en su comunidad, respondió que:

"No tengan miedo. No tengan miedo. Podemos dar información en nuestro idioma. Si reciben la información en su idioma, lo van a entender. También les diría que luchen. Pónganse metas y verán que todas esas metas se pueden alcanzar. [Ellos dicen] ‘no hablo inglés. No tengo un estatus migratorio válido en este país. No puedo hacer nada’. Sí podemos hacerlo. Hay oportunidades para todes."

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