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Centrando a las madres solteras en la lucha para terminar con el hambre y la pobreza

Autoría: Del Equipo de Equidad, Gente y Cultura de Oregon Food Bank

El Mes de la Historia de la Mujer celebra de forma habitual las historias, experiencias y trayectorias de las mujeres que caen en los ideales culturales dominantes de éxito, excepcionalismo y conceptos más amplios de "femineidad". Este enfoque deja demasiadas historias de lucha y resiliencia sin contar, y tiende a ignorar las complejas verdades y experiencias de las mujeres aquí en Oregón y en todo el país.

En Oregon Food Bank, nos enfocamos en la vida de las mujeres comunes. Mujeres cuyo amor y trabajo muchas veces son poco valorados o invisibilizados. Mujeres que se ven obligadas a sacrificarse debido a la opresión y explotación desde tiempos inmemorables. Mujeres de las que se espera que sean fuertes a la vez que se las trata como villanas por tener esa misma fuerza. Nos enfocamos especialmente las experiencias de las madres solteras — que enfrentan los índices de inseguridad alimentaria más altos de los Estados Unidos — y abogamos por su derecho a la salud, el bienestar, la abundancia y el descanso.

Madres solteras, hambre y pobreza

En los Estados Unidos, más de 24 millones de niñas y niños viven en hogares monoparentales que tienen cinco veces más probabilidades de sufrir pobreza que los hogares de familias nucleares y con dos ingresos. Sin embargo, los programas estatales y federales que ayudan a las madres solteras a pagar los alimentos, la vivienda y los servicios públicos son a menudo objeto de recortes de fondos y restricciones de elegibilidad. Lo que es peor, a las madres solteras con frecuencia se las menosprecia y ridiculiza tan solo por acceder a los recursos para mantener a sus familias. Solo un ejemplo: el estereotipo "reina del bienestar (welfare queen)", que se aplica con demasiada frecuencia a las madres solteras negras por la simple razón de acceder a nuestra red de seguridad social.

Estas narrativas no solo son dañinas; se basan en todo menos hechos. En realidad, el 80% de los hogares monoparentales en los EE. UU. los dirigen madres solteras. Casi dos tercios de esas mamás trabajan fuera de su hogar en algún momento, una proporción más alta que la de las mujeres casadas. Además, la mayoría trabaja a tiempo completo o más horas, durante todo el año, para poder llegar a fin de mes. Solo un tercio de las madres solteras reciben manutención infantil, y las que lo hacen reciben menos de $ 300 por mes, en promedio.

Políticas y sistemas subyacentes

Las dificultades desproporcionadas que soportan las madres solteras son un fuerte indicador de que las leyes y prácticas actuales son insuficientes para evitar que las familias experimenten hambre, pobreza y violencia.

  • En los Estados Unidos, cerca de una de cada cuatro mujeres informa haber sido afectada por violencia sexual, violencia física y/o acoso por parte de una pareja íntima, más del doble del impacto informado por los hombres.
  • La persistencia de la amplia brecha salarial de género significa que incluso a las madres que trabajan a tiempo completo se les paga significativamente menos en el lugar de trabajo. Las madres que trabajan a tiempo completo pierden un promedio de $17,000 por año debido a la brecha salarial, y se les paga alrededor de 74 centavos por cada dólar que reciben los padres solteros como salario. Estas desigualdades salariales son aún peores para las madres de color .
  • Incluso el simple hecho de convertirse en madre tiene un impacto muy diferente en las mujeres, ya que muchas están sujetas a una sanción por maternidad que puede poner en peligro la seguridad económica de una familia. Los estudios muestran que los hombres tienen más probabilidades de que se les recompense como padres solteros, y de incluso recibir un bono de paternidad cuando esperan o crían hijas e hijos pequeños.

Estas disparidades revelan las formas en que el patriarcado y el capitalismo apoyan a los hombres mientras explotan a las mujeres y personas de otros géneros. El patriarcado crea un ineludible círculo vicioso de crítica y violencia hacia las mujeres, en particular las madres solteras. El trato desigual y las disparidades en el lugar de trabajo reducen el potencial de ingresos y las oportunidades de avance profesional.

Con estos factores en juego, no es de extrañar que las tasas de inseguridad alimentaria sean más altas para los hogares de madres solteras, y que la mayoría reciba ingresos que van por debajo del umbral de pobreza. Uno de los caminos más seguros para acabar con el hambre y sus causas de raíz en nuestras comunidades es atender la brecha salarial y lograr protecciones sistémicas y apoyo para las madres solteras.

Recursos y apoyo

Creemos firmemente que la alimentación es un derecho humano básico, y que todas las personas deben tener acceso a alimentos frescos, saludables y relevantes culturalmente sin tener que sacrificarse o tener dificultad para llegar a fin de mes. Participe con nosotres abogando por políticas que apoyen a las madres solteras y compartiendo los recursos a continuación.

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