Una mirada a Oregon Food Bank: Conversando con Matt Newell-Ching

Desde temprana edad, Matt Newell-Ching ha sabido la importancia de cuidar a nuestras y nuestros vecinos y de asegurarse de que todas las personas tengan lo que necesitan para prosperar. Hoy, como Gerente de Políticas Públicas en Oregon Food Bank, él utiliza esas primeras lecciones para abogar por el cambio y lograr alcanzar nuestra visión de tener comunidades que nunca conozcan el hambre.

El trabajo de Matt comienza no con la pregunta "¿Cómo llevamos comida a la gente?" sino más bien "¿Por qué la gente necesita venir a los bancos de alimentos en primer lugar?" Esta es la razón por la cual la parte de defensoría de Oregon Food Bank se enfoca en las políticas que afectan SNAP, las comidas escolares, la vivienda equitativa y la justicia racial e inmigrante. Es decir, políticas que crean las condiciones que determinan si las personas tendrán o no que elegir entre pagar el alquiler, la comida o la atención médica. Es por eso que nos dedicamos a apoyar políticas que brinden a las comunidades la oportunidad de prosperar.

La conexión de Matt con su trabajo está arraigada en su experiencia personal. Cuando era joven, la mamá de Matt era el principal sostén de su familia mientras que su papá estaba en la escuela. Después, ella se lastimó la espalda pues estuvo en un accidente automovilístico, lo que no le permitió trabajar durante seis meses. La familia de Matt comenzó a preguntarse si su papá tendría que dejar la escuela. ¿Qué podrían hacer para seguir cuidando a su familia? Sus padres pudieron solicitar SNAP y asistencia pública, lo que permitió que su padre permaneciera en la escuela y que su familia prosperara. Desde esta temprana edad, Matt aprendió que las políticas y los sistemas que nos permiten, no solo sobrevivir, sino prosperar, hacen que todos estén mejor.

“Siempre me lo inculcaron: no se trata solo de ti”. Matt comparte. “Necesitamos estar pensando en nuestra comunidad. ¿Cómo somos voluntarios? ¿Cómo hablamos? Ya sea en la escuela o en nuestro gobierno local, estatal o federal, ¿cómo nos aseguramos de que nos estamos sirviendo mutuamente? Queremos asegurarnos de que todo lo que hacemos, lo hagamos de forma colectiva. Que estemos en una unidad con las demás personas.”

Además de su experiencia en la búsqueda de asistencia pública, la madre y el padre de Matt le presentaron la importancia de la justicia social y del trabajo de políticas que abordan las barreras complejas y matizadas que enfrentan nuestras comunidades. Matt es birracial, su padre es chino y su madre es blanca, y su padre nació en Seattle en 1948. Esto fue poco después del apogeo de los campos de internamiento japoneses que provocaron miedo y discriminación contra personas de origen asiático. La abuela y el abuelo de Matt, en un intento por proteger a su hijo, el padre de Matt, no le enseñaron a hablar cantonés, que era el lenguaje de la familia. “Una de las formas en que el racismo daña a todas las personas es que nos impide tener nuestra propia identidad y vivirla de forma completa", dice Matt. “Es parte de la historia de mi familia, en donde vimos que las actitudes destructivas y las divisiones que llegan a ser deshumanizantes… Una de las cosas que me dan mucha esperanza, es que estamos viviendo un ajuste de cuentas generacional sobre la justicia racial, para garantizar que a todas las personas se las trate con dignidad, que podamos mantener nuestra identidad verdadera”.

El trabajo de política pública, promoción y organización de Oregon Food Bank esta arraigado en la comunidad. Es sumamente importante que las comunidades que experimentan hambre sean quienes desarrollen la agenda de políticas públicas, de forma que las legislaciones que busquemos ganar tengan un impacto real en dichas comunidades. Es por eso que el personal de Oregon Food Bank, como Matt, es solo una pieza del rompecabezas para crear un cambio de políticas. En última instancia, el personal es responsable ante el Consejo de Liderazgo de Políticas, un organismo compuesto en su totalidad por personas que tienen experiencia de primera mano con el hambre o sus causas de raíz. Estas personas deciden qué medidas de política y qué trabajo de defensa llevará a cabo Oregon Food Bank.

"Si vamos a centrarnos de forma auténtica en las personas que integran la comunidad para tomar decisiones y devolver el poder a la comunidad", comparte Matt, "entonces es necesario que rindamos cuentas a un organismo que se conforme de personas que tienen la mayor experiencia, que son personas que han experimentado la inseguridad alimentaria de forma directa”.

Si bien puede ser difícil trabajar en el panorama político y, a veces, no vemos los resultados que queremos, en sus décadas como defensor de la lucha contra el hambre, Matt también ha visto el efecto dominó que el cambio de política puede llegar a tener. En 2020, Matt recibió el premio Hunger Fellow Alum del Congressional Hunger Center. El premio reconoció su trabajo de defensoría en 2019 relacionado con la Ley para el Éxito Estudiantil de Oregón para abordar el hambre y garantizar que las niñas y niños puedan comer en las escuelas sin estigmas y de forma gratuita. Aunque en Oregón no se lograron comidas escolares universales, estados como California, Colorado y Maine han promulgado comidas escolares universales, en parte debido al progreso que alcanzó Oregón, Y lo que es más importante, este trabajo generó conciencia y cambió la conversación nacional hacia las comidas escolares universales como una posibilidad real.

Hoy, Matt es padre de una hija en quinto grado y un hijo en séptimo grado. Construir un futuro mejor para las próximas generaciones impulsa a Matt a continuar con su compromiso con el trabajo contra el hambre. “Mi esposa y yo hablamos mucho sobre el mundo en el que queremos que vivan nuestra hija e hijo”, dice Matt. “Lo que definitivamente nos mantiene en marcha va desde nuestro clima hasta vivir en una comunidad comprometida con asegurar que las personas tengan suficiente alimento y hasta asegurar que las personas tengan un lugar seguro para vivir”.

Al final del día, Matt imagina un mundo donde el hambre no exista. Y cree que es posible lograrlo. Matt comparte:

“Realmente no hay ninguna razón por la que tengamos que vivir en un mundo en el que haya hambre. Hay suficiente comida en los Estados Unidos. Y también hay suficiente comida en el mundo para alimentar a cada persona que vive hoy. Seguir viviendo en un mundo en el que hay hambre se ha vuelto una cuestión de elección. Necesitamos tomar una decisión en unidad para decir 'Esto es inaceptable y es un mundo en el que no podemos vivir'. No creo que sea un sueño que esté fuera de nuestro alcance”.