A pesar de la alza en los costos, sigue habiendo disponibilidad de alimentos gratuitos
A pesar de la alza en los costos, sigue habiendo disponibilidad de alimentos gratuitos
No es un secreto que nuestras comunidades siguen enfrentando reveses económicos importantes debidos a COVID-19 y, más recientemente, a los efectos de la crisis en Ucrania, la cual ha tenido un impacto en los suministros globales de alimento y combustible. Casi 1 de cada 5 habitantes de Oregon experimentó la pérdida de ingresos y empleo en los últimos 2 años o más. El impacto fue más fuerte en las comunidades que han enfrentado hambre y pobreza desproporcionadas durante generaciones: personas de color, inmigrantes y refugiados, madres solteras y cuidadores, así como nuestras comunidades trans y no binaria. Como resultado, la Red del Oregon Food Bank vio una necesidad sin precedentes de asistencia alimentaria de emergencia en Oregon y el suroeste de Washington: casi 1,7 millones de personas en 2020 y más de 1,2 millones en 2021.
Sabemos que muchas personas aún se están recuperando de los efectos de la pandemia, y cualquier presión adicional sobre los ingresos o el costo de vida hace que sea aún más difícil para las familias hacer rendir sus ingresos. Sin duda, el aumento en el costo de alimentos y combustible empeora la inseguridad alimenticia en Oregon y en todo el país. Tan solo el costo de los comestibles aumentó en al menos un 10 % en general, y dicho aumento está más cerca del 15% si observamos el costo de la carne, el pescado y los productos lácteos. Esto sucede en un momento en que los hogares de bajos ingresos gastan más de un tercio de su presupuesto en alimentos.
Como resultado, más habitantes de Oregon y del suroeste de Washington hoy buscan apoyo, ya sea a través de nuestra red de asistencia alimentaria de emergencia o a través de programas como SNAP y WIC. El mes pasado, una de nuestras despensas locales compartió que la demanda de asistencia alimentaria aumentó un 34% con respecto al año pasado, además del enorme aumento que se vio en 2021. Los mercados de alimentos gratuitos del área de Portland informaron que vieron más de mil familias nuevas tan solo en mayo. La cantidad de alimentos que las agencias locales solicitan de nuestro almacén central ha aumentado en general. Esto es un indicador temprano de una alza en la demanda. Y estos efectos apenas comienzan a verse.
A pesar de nuestra escala, los bancos de alimentos no son inmunes al aumento de los precios de los alimentos y combustible. Todos los puntos de nuestra operación de distribución de alimentos se han encontrado con importantes alzas en costos desde compras hasta transportación. Desde diciembre de 2021 los costos de nuestro combustible aumentaron un 30%, los costos del transporte de los alimentos a nuestros almacenes aumentaron en un 16% y estamos pagando un 12% más en promedio por las compras de alimentos para satisfacer la demanda, a la vez que algunos de los alimentos de la despensa básica han visto su costo incrementar hasta por un 40%. Tan solo un ejemplo de esto es el costo de un camión para transportar una carga de mantequilla de maní. En 2020, su costo era de ~$34,000. El costo de transportación de la misma carga hoy es de ~$40,000. La necesidad de apoyo continuo es real.
Si bien estos desafíos son reales y significativos, es importante que todas las personas en nuestra comunidad sepan que sigue habiendo alimentos disponibles para todos los que los necesitan. Nuestra red de 21 bancos regionales de alimentos y más de 1400 sitios de asistencia alimentaria trabajan en conjunto haciendo todo lo que está en sus manos para enfrentar estos desafíos de frente. Tenemos un excelente recurso integral en oregonfoodfinder.org donde cualquiera puede ingresar su ubicación para encontrar despensas cercanas, mercados de alimentos gratuitos o sitios de comidas preparadas. También puede marcar 2-1-1 para hablar con una persona que puede ayudarle a encontrar recursos locales.
Este momento representa un desafío importante para las familias de la región por lo que la necesidad de apoyo continuo es real. Evitar que el hambre se convirtiera en otro síntoma de COVID-19 requirió una respuesta sin precedente del gobierno y de la comunidad. Tanto la última ola de COVID como las presiones de la inflación nos recuerdan que no podemos darnos el lujo de disminuir el ritmo de nuestra respuesta a esta crisis.
Es aquí donde entra la participación de nuestra comunidad. Hay muchas formas de participar: contribuir con la compra de alimentos e incrementar nuestros esfuerzos para combatir el hambre. También, ofrecernos como voluntarios en los almacenes centrales o en los centros de distribución de alimentos de nuestras comunidades. Puede donar, ser voluntario y ser defensor. Si está interesado en donar alimentos, puede encontrar una lista de despensas locales y sitios de comidas preparadas en su área en oregonfoodfinder.org .