A pesar de un buen comienzo, los líderes federales necesitan tomar medidas para acabar con el hambre

Por primera vez en más de 50 años la Casa Blanca convocó a una conferencia nacional para inspirar trabajo en conjunto para acabar con el hambre y así lograr que en 2030 la salud pública mejore de forma significativa. Esta conferencia se presenta en medio de una crisis de inseguridad alimentaria en Oregon y el sureste de Washington ante la alza en costos de vivienda y los impactos económicos de la pandemia.

El Oregon Food Bank aplaude el esfuerzo de la Casa Blanca por dar atención y enfoque nacional a la búsqueda de soluciones relevantes para la inseguridad alimentaria. Al mismo tiempo, esta conversación se centró demasiado en las percepciones erróneas de las "decisiones individuales" sobre la dieta y el ejercicio a la vez que se pasaron por alto muchas de las políticas y sistemas que fomentan el hambre en primer lugar. Tenemos que hacer más.

Tenemos la oportunidad de acabar con el hambre en el país de una vez por todas.

Es bien sabido que las crisis que se presentaron en los últimos años golpearon con dureza a nuestras comunidades. La demanda de asistencia alimentaria de emergencia en la Red del Oregon Food Bank casi se duplicó en 2020 y es posible que alcance los mismos niveles este año, pues se estima que 1.5 millones de personas busquen estos apoyos. Los esfuerzos de nuestra Red para hacer frente a esta crisis nos enorgullecen de gran manera. Pero, sabemos que la asistencia alimentaria por sí sola no podrá acabar con el hambre.

Por supuesto, el alimento es un recurso esencial en nuestras comunidades y sigue siendo la parte central de nuestro trabajo. Sin embargo, si queremos acabar con el hambre desde la raíz, tenemos que atacar sus causas de raíz. Esto implica atacar las injusticias que se generan a nivel de políticas, reglamentos y sistemas y que atrapan a las personas en ciclos de pobreza generacional. Sabemos bien que el impacto de estos sistemas no se distribuye de forma equitativa. Las comunidades que incluyen a personas de color, inmigrantes, refugiadas, madres solteras, cuidadoras y personas de las comunidades trans y no binarias han enfrentado hambre y pobreza desproporcionados por generaciones. Para enfrentar los retos sistémicos, se requieren soluciones sistémicas.

Actuar para acabar con el hambre desde la raíz

Si queremos crear comunidades que no conozcan el hambre, necesitamos trabajos que paguen lo suficiente para vivir, además de vivienda y cuidado infantil asequibles, así como acceso extendido a los programas de asistencia alimentaria. Necesitamos inversión en asistencia directa para las personas y comunidades que enfrentan hambre y pobreza desproporcionadas. Además, necesitamos seguir un camino adecuado para acabar con las disparidades comunes que fomentan la inseguridad alimentaria. Únase a nosotros para pedir a las y los líderes federales que expandan su visión y den prioridad a las soluciones sistémicas que ampliarán el acceso a la asistencia alimentaria y se enfoquen en los sistemas que promueven el hambre.

Contactar a sus líderes electos

Aprenda más sobre el hambre en la boleta electoral

Si queremos alcanzar la meta de acabar con el hambre en los Estados Unidos para 2030, necesitamos inversiones significativas y cambios drásticos en políticas. Además, la Casa Blanca y el Congreso deben trabajar en conjunto para:

• Eliminar la exclusión sistemática de personas inmigrantes, refugiadas y de muchas personas que son residentes legales permanentes en el acceso a programas de asistencia alimentaria vitales como SNAP y WIC. Esto asegurará que todas las personas tengan acceso a estos programas sin importar dónde hayamos nacido.
• Eliminar los límites de tiempo arbitrarios que niegan apoyo a las familias cuando así lo necesitan.
• Modernizar los beneficios de asistencia alimentaria para reflejar el alza en los costos de los alimentos.
• Acabar con el ciclo de pobreza mediante inversiones significativas en temas de vivienda asequible, cuidados infantiles, cuidados a la salud además de expandir el crédito fiscal por hijo.
• Asegurar que todas y todos los niños tengan acceso a alimento haciendo que las comidas escolares estén disponibles para todos.
• Tomar con seriedad las causas de raíz del hambre y trabajar para acabar con ellas, incluyendo el racismo sistémico.

La pobreza y el racismo sistémico son las causas principales del hambre en nuestra región y en todo el país. Necesitamos que nuestros funcionarios electos apoyen las políticas e inversiones que atacan a estos problemas desde la raíz. Agradecemos a la Delegación del Congreso de Oregón por el liderazgo que han efectuado al respecto de estos problemas. Necesitamos que sigan impulsando a sus colegas a apoyar las soluciones efectivas que han presentado las personas que tienen experiencia de primera mano con el hambre.

Usted puede hacer la diferencia durante y después del Mes de acción contra el hambre al contactar a los diferentes líderes federales y exigir que haya soluciones reales a la inseguridad alimentaria. ¡Diga a la Casa Blanca y a los miembros del Congreso que necesitan tomar acción para acabar con el hambre desde la raíz!