Construyendo un movimiento estatal para aprobar Food for All Oregonians

febrero 27th 2025

El hambre llega a cada rincón de nuestro estado, y aun muchos de nuestros vecinos quedan excluidos de los programas de asistencia alimentaria que ayudan a las familias a poner comida en la mesa. Nadie debería tener que elegir entre tener un techo sobre su cabeza y alimentar a sus familias. Ya sea que vivamos en Eugene, Portland, Ontario o en cualquier otro lugar de nuestro estado, todos merecemos tener acceso a los alimentos que necesitamos para prosperar.

Food for All Oregonians es una coalición liderada por la comunidad de más de 165 organizaciones que trabajan para aprobar políticas que garanticen que todos los habitantes de Oregón tengan acceso a alimentos nutritivos que los hagan sentir como en casa. Este año, tenemos la oportunidad de actuar abogando por la asistencia alimentaria financiada por el estado para niños y adultos mayores que actualmente quedan excluidos de programas federales como SNAP. Al trabajar juntos, podemos crear un Oregón más fuerte y sin hambre donde todos nosotros, incluidas nuestras comunidades de inmigrantes y refugiados, podamos obtener los alimentos que necesitamos para prosperar.

TOME MEDIDAS PARA APROBAR ALIMENTOS PARA TODOS LOS OREGONIANOS

“La solución sería garantizar que todos tengan su derecho humano a la alimentación”.

Ali Ibrahim y Layla Assem, de Centro de Servicios Somalíes de Oregon en Portland, Oregon, conocen la realidad del hambre en las comunidades de inmigrantes y refugiados:

“Cuando alguien tiene hambre, no nos fijamos en su estatus migratorio ni de dónde es”, dijo Ali. “Creo que no importa a quién veas, no importa la nacionalidad, tienes que ayudarlo. Tal vez hoy te esté ayudando, tal vez mañana necesite tu ayuda. No sé cuándo llegará mi momento”.

“Oregón es un estado santuario y da la bienvenida a personas de muchos otros países... Las comunidades de inmigrantes y refugiados, las personas de color y muchas otras familias experimentan inseguridad alimentaria a una tasa dos o tres veces mayor que los habitantes blancos de Oregon. Siendo yo misma una persona blanca, a menudo tengo dificultades para comprar suficientes alimentos saludables para mí, así que me preocupan aquellos que tienen mucho menos comida para sobrevivir”, dijo Layla. “La solución sería garantizar que todos tengan su derecho humano a la alimentación”.

"La comida es el derecho humano más básico que existe".

Sylvia Ixta, Embajadora de los sistemas alimentarios de Oregon Food Bank en Ontario, Oregón, ve la contradicción de primera mano:

"No tiene sentido para mí. Podemos ofrecer a los inmigrantes seguro médico y dental, pero no son elegibles para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) federal hasta que hayan sido residentes durante cinco años. Entiendo que todos merecen acceso a la atención médica, pero la comida es el derecho humano más básico que existe".

"Ningún niño debería preocuparse por no tener una comida por la noche".

En Beaverton, Oregón, Natalie J. recuerda un momento en el que trabajaba como voluntaria en una despensa de alimentos de una escuela secundaria:

"Me rompió el corazón ver que una estudiante tuvo que preguntarnos si podía llevar comida para su hogar. Le dieron una mochila para llevar la comida para esconderla y evitar sentirse avergonzada frente a otros estudiantes. Cuando se fue, su madre estaba en la oficina principal sosteniendo a un bebé, un silencioso recordatorio de los desafíos que enfrentaba su familia. Como Oregoniana y defensora de los derechos humanos, ningún niño debería preocuparse por no poder comer esa noche”.

“Proveer alimentos aborda los problemas de hoy, pero necesitamos soluciones para las causas profundas del hambre”.

Caleb Butler, de Portland Open Bible Community Pantry, ha trabajado directamente con familias que enfrentan la inseguridad alimentaria:

“Me alarmó encontrar organizaciones que tienen la habilidad, pero no la capacidad, de extender una red más amplia en su área. Como alguien que creció viviendo de un sueldo a otro y a menudo sin poder tener las necesidades básicas, comprendo de primera mano la importancia de la compasión de los extraños... Lo que sería útil es que las corporaciones y los individuos no sólo dieran lo que les resulta cómodo, sino que reimaginaran y reevaluaran los recursos que pueden dar. Brindar alimentos aborda los problemas de hoy, pero lo que también se necesita es una solución a las causas profundas del hambre”.

“Nadie debería irse a dormir con hambre”.

Alma Rocha, que vive en Beaverton, Oregón, conoce las decisiones imposibles que enfrentan muchas familias:

“Yo misma he tenido que decidir si pago una factura o compró alimentos varias veces, y visitó despensas de alimentos con regularidad para llegar a fin de mes. Al dar acceso a SNAP a todos, independientemente de la ciudadanía, mejoraría directamente la calidad de vida de las personas al mismo tiempo que estimula la economía local, apoyando a pequeñas empresas como supermercados y mercados de alimentos locales, y programas como Double Up Food Bucks... nadie debería irse a dormir con hambre”.

“Esta campaña no se trata solo de comida, se trata de justicia”.

Un defensor de Eugene, Oregón, que pidió permanecer anónimo para proteger su seguridad, destaca las implicaciones más amplias de el proyecto de la ley de senado 611:

“El poder de las familias que comparten comidas juntas crea impactos positivos duraderos en la salud mental de los niños. Pero cuando algunas familias y niños quedan excluidos de SNAP debido a su estatus migratorio, se refuerzan los prejuicios. ¿No se nos enseña a sentarnos en familia y comer juntos al menos una vez al día? ¿Cómo se ve eso cuando algunos miembros califican para SNAP mientras que otros son excluidos, dejando a familias enteras luchando por poner suficiente comida en la mesa? Esta campaña no se trata solo de comida, se trata de justicia”. (Lea más en Eugene Weekly en el enlace aquí)

"Merecemos dignidad y oportunidades básicas".

David Soria García, miembro del Consejo de Liderazgo de Políticas de Oregon Food Bank, reflexiona sobre el miedo que enfrentan las comunidades inmigrantes en Tillamook, Oregón:

"El condado de Tillamook es el hogar de trabajadores agrícolas, beneficiarios de DACA, padres solteros y hogares de estatus mixto. Estas son personas, familias, niños que trabajan duro y contribuyen mucho a nuestro estado; merecemos dignidad y oportunidades básicas. Sin embargo, a menudo se sienten silenciados, preocupados de que defender sus derechos pueda poner en riesgo su seguridad o la de sus familias. Es hora de pasar página en ese capítulo de nuestra historia".

"Cuando nuestros vecinos tienen la comida que necesitan, toda nuestra comunidad de Portland prospera".

Stephanie Barr, directora ejecutiva de Lift Urban Portland (Lift UP), ve el impacto directo del hambre todos los días:

“La comida es un derecho humano fundamental y aliviar el hambre es una responsabilidad de toda la comunidad. Cuando se eliminaron las inversiones en SNAP durante la era de la COVID, la cantidad de personas que accedían a nuestra despensa aumentó un 30 % en unos pocos meses. Food for All Oregonians garantizará que decenas de miles de habitantes de Oregón que quedaron fuera de SNAP, incluidos solicitantes de asilo, inmigrantes y refugiados, tengan acceso al programa contra el hambre más eficaz de nuestro país por primera vez... Cuando nuestros vecinos tienen la comida que necesitan, toda nuestra comunidad de Portland prospera”.

Únase a nosotros para aprobar Food for All Oregonians

El hambre afecta a familias, niños y trabajadores en todo Oregón, desde nuestras ciudades más grandes hasta nuestros pueblos más pequeños. El proyecto de ley del senado 611 ayudará a garantizar que todos en nuestro estado puedan acceder a la comida que necesitamos para prosperar. Los legisladores tienen el poder de hacer que esto sea una realidad. ¿Se unirá a nosotros?

TOME ACCIÓN PARA APROBAR EL PROYECTO DE LEY DE SENADO 611