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Encuentre alimentos cerca de su casa

Superando Juntos: Conoze a Amy Powers

Amy Powers es madre, colega, colaboradora, esposa, hermana e hija de padre y madre inmigrantes. También, es codirectora ejecutiva de programas en APANO y previamente trabajó en Oregon Food Bank.

En honor a nuestro trabajo colectivo para acabar con el hambre y sus causas fundamentales, queríamos compartir una parte de la vida de Amy: su travesía personal y profesional, historias sobre comida, comunidad y cultura, y la perspectiva que impulsa el trabajo que hace cada día.

“La comida es parte de todas las personas”, comparte Amy. “Cada ser humane come. El alimento es parte importante de nuestra cultura y además, tener alimentos frescos disponibles es un Derecho Humano básico. Esto es lo que significa la justicia alimentaria para mí: todas las personas deberían tener acceso a alimentos reales que sean apropiados para ellas y su cultura”.

Amy hace todas las cosas con el alma en todo lo que hace, y siempre anima a las demás personas a hacer lo mismo. Su historia, así como su resiliencia, impulso y motivación a crear un cambio en su comunidad, inician con su padre y madre. Tanto su papá como su mamá llegaron a los EE. UU. con $ 20 en el bolsillo, a un país desconocido que no hablaba su idioma, y su madre trabajó en turnos de noche y turnos de madrugada mientras criaba a Amy y su hermano. “Mi madre y mi padre son mis héroes en definitiva”, comparte Amy. “Mi mamá es una mujer increíble y fuerte. Ella trajo nuestra cultura a nuestra familia todos los días, y de eso aprendí. Aprendí de mi madre cómo ser resistente y fuerte y disfrutar de la familia, cuidarnos unes a otres y a construir una comunidad”.

Esta pasión y compromiso con el desarrollo de la comunidad ha dado forma a la vida personal y profesional de Amy. Trabajó en desarrollo juvenil durante 20 años con jóvenes y familias en su comunidad en el condado de Washington. En Oregon Food Bank, Amy dirigió el equipo de servicios metropolitanos que atiende a los condados de Multonomah, Clackamas y Washington y también fue parte de las y los embajadores de equidad de Oregon Food Bank, en donde trabajó para promover la equidad, la inclusión y la diversidad dentro de nuestra organización. Ahora en APANO, es codirectora ejecutiva de programas donde, como parte de un modelo de liderazgo compartido, su trabajo une a personas asiáticas y de las Islas del Pacífico para empoderarlas, desarrollar a sus líderes y promover la equidad a través de la organización, la promoción, el desarrollo comunitario y el trabajo cultural.

“Espero que el trabajo que hago todos los días”, reflexiona, “tenga un impacto positivo en nuestra comunidad. Y cuando pienso en la comunidad, se trata de la gente. Se trata de nuestras culturas. Se trata de cómo cada une de nosotres trata de mejorar por las demás personas".

La justicia alimentaria, para Amy, se centra en una imagen de su familia:

Me imagino a mi familia sentada alrededor de una mesa. En nuestra cultura, compartimos todos los platos. Comemos del plato de las demás personas. Mi mamá nunca quiere desperdiciar comida, así que siempre se come todo lo que las y los niños dejan en el plato. La comida une a las personas: nutre nuestra alma y nuestro amor mutuo. Y creo que eso es lo que significa la justicia alimentaria para mí y mi familia. Nos encanta comer juntes. Nos encanta pasar el tiempo juntes y esto siempre incluye comer.

Amy Powers

El impulso de Amy para generar cambios en su comunidad se basa en su propia experiencia con el hambre. Ella sabe lo que se siente luchar para poner comida en la mesa, tener que elegir entre pagar la comida, el alquiler y las facturas. Ella sabe lo que se siente tratar de acceder a servicios donde las personas no hablan su idioma o no se parecen a ella. Y debido a esto, conoce la importancia no solo de proporcionar alimentos a la comunidad, sino también de asegurarse de que haya un acceso equitativo a los alimentos a través de servicios de traducción y accesibilidad de lenguaje, así como con opciones culturalmente relevantes y programas dirigidos por la comunidad.

Amy comparte un recuerdo que dio forma a su impulso para hacer trabajo de desarrollo comunitario:

Tuve este momento increíble y alegre en el que traje a un bebé a este mundo y fue lo más feliz que he estado. E inmediatamente después de eso, recibí una factura médica que no podía pagar. Ese día tuve que decidir si pagar esa factura médica, pagar la renta o comer. Y nunca olvidaré ese sentimiento, ese sentimiento de ahogarse.

Amy Powers

Amy dice que se aferra a ese recuerdo, esa sensación de ahogarse, cuando toma decisiones que impactan a la comunidad. “En ese momento sentí vergüenza. Pero por otro lado, también sentí que la pasión me impulsaba por dentro. No habría sobrevivido sin tratar de obtener acceso a los recursos en ese momento en que no sabía cómo... averiguarlo o navegar a través de él. Eso es lo que pienso cuando escucho hablar de las personas de la comunidad en este momento, quienes están tratando de hacer lo mejor que pueden con los recursos que tienen. Y trato de mantener ese sentimiento en el trabajo que hago. No quiero que ninguna otra familia experimente eso”.

El increíble trabajo de defensoría de Amy en nuestra comunidad muestra cómo las personas que hemos experimentado de primera mano el hambre somos a quienes se puede llamar expertas y expertos en el tema. La mejor posición para determinar soluciones significativas es cuando conocemos con detalle cuáles son los problemas. Por eso estamos trabajando para cerrar la brecha entre quienes pasamos hambre y las decisiones que nos afectan.

La mayoría del personal de Oregon Food Bank hemos experimentado el hambre y/o sus causas de raíz en nuestras propias vidas . La historia de Amy nos muestra cuán importante es que el personal refleje a nuestra comunidad. “Cuando no traemos personas de la comunidad, aislamos el trabajo”, dice ella. “Cuando las y los integrantes de nuestra comunidad sienten apoyo y sienten que se les escucha, realmente podemos lograr un cambio. Esto se logra en conjunto, no se tiene que escoger. Se hace en unidad”.

En Oregon Food Bank a menudo hablamos de nuestro objetivo de "trabajar para quedarnos sin trabajo". Imaginamos un mundo en el que nadie pase hambre y en el que los alimentos frescos y culturalmente relevantes estén disponibles de forma fácil y rápida. Amy reflexiona sobre esto:

“Cuando hablamos de trabajar para quedarnos sin trabajo, en verdad representa mi deseo de que ninguna de nuestras comunidades pase hambre. Y la única forma en que podemos resolver esto es, con alimentos, pero también abordando los sistemas de opresión y las situaciones que provocan el hambre. Esas cosas han lastimado a mi familia. Esas cosas me han hecho daño. Y nadie debería experimentar eso. Las causas de raíz del hambre están arraigadas en nuestras comunidades y por esto requerirá que todas y todos trabajemos en unidad para acabar con ellas. Y cada pequeño paso que estamos dando representa el progreso que nos acerca cada vez más hacia esa meta.

Espero que logremos acabar con el hambre en 10 años . En verdad lo espero. También deseo que mis hijos nunca enfrenten hambre. Y que mis vecina, vecinos y sus familias tampoco pasen hambre. Es muy posible que las comunidades no conozcan el hambre. Esto es un Derecho Humano básico”.

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